Los 4 minutos de magia de Miguel Borja en la victoria de River ante Aldosivi: asistencia de pecho, un racimo de enganches, gol y el festejo del “colibrí”

Infobae.

El colombiano jugó la última media hora en Mar del Plata y descolló: participó de las tres conquistas en el triunfo del Millonario.

A los 15 minutos del segundo tiempo, con el duelo entre Aldosivi y River Plate muy trabajo, Marcelo Gallardo apeló al banco de suplentes para destrabarlo. Ingresaron Nicolás de la Cruz y dos de los refuerzos: Pablo Solari y Miguel Borja. Y el recambio resultó clave: el Millonario se impuso por 3-0. Del tridente, el más determinante fue el delantero colombiano, que en su segundo cotejo ya se encontró con la red. Pero además dejó su sello en todas las conquistas.

El atacante, de 29 años, asistió de pecho y de espaldas al arco a Agustín Palavecino para el 1-0, tras un pase pinchado de De la Cruz. Eso fue a los 25 minutos de la etapa complementaria. Apenas 120 segundos después, Solari lo habilitó con un envío largo y enfiló hacia él área con Tomás Lecanda y el arquero por delante. Enganchó una vez, dos veces ante el defensor, hasta que con la pausa le dio pie a la irrupción de Lucas Beltrán, que puso el 2-0.

Pero había tiempo para más de Borja. Una vez que el VAR ratificó que no estaba offside en el inicio del segundo tanto, el Tiburón se dispuso a sacar. Pero River presionó con furia. Tras un pase atrás, Beltrán obstruyó a un defensor y su accionar provocó que la pelota derivara hacia Borja, que encaró mano a mano. Cuando tuvo a Devecchi frente a sus narices, definió al primer palo.

El combo estuvo completo con el festejo: el colombiano ensayó el “colibrí”, su tradicional celebración. La Banda pagó siete millones de dólares por su ficha (que pertenecía a Junior de Barranquilla y Palmeiras) y el punta ex Olimpo de Bahía Blanca ya devuelve cada billete con su jerarquía.

“Estoy agradecido a Dios por la oportunidad que me dio. Estoy contento porque es por lo que vine trabajando, tratar de ayudar al equipo cuando me necesite y la verdad es que me voy muy contento por eso”, dijo tras el partido.

“El defensa me cerró bien y vi a Beltrán que estaba solo y primeramente hay que pensar en el equipo”, dijo sobre su maniobra en el 2-0, a puro regate. “Me gusta tirar un poquito de magia. Cuando toca, toca aparecer un poco con eso, pero siempre con respeto al rival”, concluyó sobre sus participaciones. Fueron cuatro minutos de magia que a River le sirvieron para alcanzar la línea de los 17 puntos, a siete del líder Atlético Tucumán.