La labor silenciosa en los refugios de Bolivia

EL DEBER.

En estos espacios tratan de salvar a especies en extinción y alejan a animales víctimas de la cruel mano del hombre

Son los refugios donde la esperanza de los animales en peligro de extinción todavía está viva. Al refugio Agroflori, en la ciudad de Cochabamba, varias especies llegan golpeadas, con las alas cortadas, ciegas y en muchos casos agonizando. No es el único lugar donde intentan dar una vida mejor a los animales y de alejarlos de las crueles manos del hombre.

El comercio de animales silvestres data de varios años atrás. Sin embargo, este negocio se visibiliza más en la actualidad gracias a las redes sociales. Aves, mamíferos, reptiles y otras especies son comercializados con diferentes fines, ya sea para tenerlos como mascotas o utilizando sus partes para procedimientos de medicina natural o según algunas creencias culturales. Mucho también son vendidos en el exterior.

Agroflori nació hace casi 30 años por iniciativa de Marcelo Antezana, quien es su fundador y director. El gerente del refugio lamentó que existan personas que se dedican a comercializar fauna silvestre sin piedad.

“Son tan inteligentes los traficantes de animales silvestres que ahora (la venta de especies) lo hacen por las redes, te venden por WhatsApp o por Facebook. Es algo terrible y es una práctica tan cruel que necesita más control y sanciones más duras”, remarcó Antezana.

Proceso de recuperación

La Policía Forestal y de Protección al Medio Ambiente (Pofoma) es la entidad encargada de rescatar diferentes especies silvestres. Pero, en muchas ocasiones, los animales rescatados deben pasar por un proceso de recuperación antes de retornar a la selva, bosque u otro ambiente al que pertenezcan.

Antezana detalló que, a raíz de la comercialización de animales, algunas especies salen de los bosques a los que pertenecen en busca de alimento para la supervivencia. El experto citó como ejemplo a las aves rapaces. Éstas se alimentan de roedores, pero cuando salen de su hábitat se provoca una sobrepoblación de ratas y ratones que llegan a las ciudades, donde pueden ocasionar enfermedades.

Agroflori trabaja para mantener la biodiversidad albergando a 2.200 ejemplares, muchos de ellos en peligro de extinción. Uno de los objetivos del refugio es generar conciencia en sus visitantes. “De 10 personas que vengan que uno salga ambientalista, con eso estamos cumpliendo como seres humanos”, añadió Antezana.

La Asociación Armonía busca conservar las aves de Bolivia y sus hábitats mediante el fortalecimiento organizacional de comunidades locales. Tjalle Boorsma, director del Programa de Conservación de esta organización, informó a Mongabay que un total de 113 pichones de parabas barba azul nacieron entre los años 2005 y 2022 en las cajas nido instalados por la Asociación Armonía en la Reserva Laney Rickman, en Beni.

Según los cálculos de Boorsma, la población actual de la paraba barba azul supera los 500 ejemplares, un aumento que según el científico es significativo considerando que en el censo realizado en 2015 se contabilizaron 455 ejemplares. “Podemos decir ahora que la población de la paraba barba azul debe estar entre 500 y 550 individuos”, dijo Boorsna.

Un ave vuelve a ser libre luego de pasar días en un refugio ubicado en el departamento de Cochabamba