Orinar después del sexo no previene infecciones, pero es importante hacerlo: por qué

FUENTE: LA OPINION.

Ir a orinar después de tener sexo para prevenir infecciones del tracto urinario (ITU) es una recomendación muy común que suele hacerse a las mujeres. Pero resulta que no hay mucha evidencia científica para apoyar esta idea.

Un estudio publicado en una revista llamada Práctica basada en la evidencia encontró que, en general, esta acción no parece marcar la diferencia.

De hecho, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) no incluye orinar después de tener relaciones sexuales en sus consejos para prevenir las infecciones urinarias.

Nos obstante, debemos considerar la fricción que se da a la hora del coito pues hay bacterias que viven en los genitales que pueden ingresar a la uretra, y esto hace posible la afección en el área.

Las verdaderas recomendaciones

  • Lava la piel alrededor del ano y el área genital.
  • Bebe muchos líquidos (incluyendo agua) para eliminar las bacterias de su sistema urinario.
  • Vacía la vejiga tan pronto como sientas la necesidad o cada dos o tres horas.

Señalan que factores como estar embarazada, tener diabetes o pasar por la menopausia pueden aumentar el riesgo de contraer una ITU. Algunas personas parecen ser más propensas a ellas, por ejemplo, si han tenido UTI antes, sus posibilidades de volver a tener una son más altas que las de alguien que nunca ha tenido una.

Dicho esto, si has estado orinando después del sexo, no hay necesidad de dejar ese hábito. Si bien no hay evidencia concluyente de que ayude, tampoco hay evidencia concluyente de que duela, o incluso de que sea inútil.

De lo que estamos seguros es que orinar después del sexo no previene el embarazo o las infecciones de transmisión sexual.

En caso de embarazo, los espermatozoides van a la vagina, no a la uretra. Estos dos orificios están cerca uno del otro, pero no son lo mismo, y la orina que sale de la uretra no influye en lo que sucede en la vagina, el cuello uterino o el útero.

Finalmente, tampoco hay base científica de esta costumbre evite el riesgo de contraer VIH, clamidia, herpes o cualquier otra infección de transmisión sexual. Lo ideal es usar condones, ser conscientes del mayor riesgo de sexo anal u otros actos que pueden resultar en lesiones en la piel, y asegurarse de vacunarse contra el VPH y la hepatitis B, los cuales pueden transmitirse sexualmente.