Fuente: Ahora DigitalDe acuerdo con el fiscal departamental de Cochabamba, Osvaldo Tejerina, en lo que va del año se han reportado 10 casos. El 80% de esos hechos fueron resueltos.
En la región del Trópico de Cochabamba hay una creciente preocupación debido a los casos de secuestros y asesinatos. Según datos del Ministerio Público, compartidos por el fiscal departamental, Osvaldo Tejerina, se han registrado 10 casos en lo que va del año, algunos de ellos relacionados con ajustes de cuentas. De esa cifra, aproximadamente el 20% aún se encuentran sin resolver.
El sábado 27 de abril por la mañana, se registró un trágico hecho en el que Moisés L.Q. perdió la vida en Isarzama. El móvil detrás de este crimen habría sido un ajuste de cuentas. Moisés, quien se encontraba en un vehículo sin placa, fue atacado a balazos, recibiendo al menos cuatro disparos.
Tejerina informó que las investigaciones preliminares apuntan a que dos personas serían los responsables de este asesinato, aunque se sigue trabajando para esclarecer todos los detalles del caso.
Moisés tenía antecedentes por delitos relacionados con tenencia, porte y portación de armas de fuego y narcotráfico, lo que sugiere que su muerte podría estar vinculada a disputas entre bandas criminales que operan en la zona.
Cada vez son más frecuentes los casos de violencia extrema y cruel. El doble crimen ocurrido el 28 de febrero por la mañana, en Villa Tunari, donde un padre y su hijo fueron asesinados en su hogar, es un claro ejemplo de ello.
Las circunstancias que rodean este crimen son desconcertantes. Se barajan diversas hipótesis, entre ellas una posible deuda que pudo haber desencadenado esta tragedia. Las víctimas, un hombre de 68 años y su hijo de apenas seis años, sufrieron un destino despiadado. Mientras el padre recibió múltiples golpes en la cabeza, su hijo fue asesinado de un disparo en la frente.
Los cuerpos fueron encontrados sepultados en fosas y cubiertos con hojas de plátano, con el del niño a 15 metros de distancia de la vivienda y el del padre a 13 metros más allá. Hay un testigo clave en este caso y buscan dar con el autor o autores.
Otro suceso impactante que tuvo lugar en dicha región fue el asesinato de Rosendo Z.V., un hombre de 47 años que fue acribillado a tiros el 4 de enero, mientras se dirigía en su vehículo, acompañado por otras personas, a su chaco en Entre Ríos.
El crimen ocurrió cuando fueron interceptados por otro vehículo, del cual descendieron cinco hombres que abrieron fuego. Rosendo recibió 10 disparos y su automóvil quedó con 18 impactos de bala. Posteriormente, tres hombres implicados en el crimen fueron detenidos; primero Vladimir S.C. y Reynaldo S.C., y luego Rolando R. Todos ellos fueron enviados preventivamente a prisión.
El crimen de Rosendo se atribuye a la banda liderada por Nabor López H., conocido líder de una banda dedicada a secuestros y asesinatos en el Trópico. A pesar de encontrarse bajo detención preventiva desde mayo de 2023, según información de las autoridades, se sabe que continuaba operando desde El Abra, la cárcel de máxima seguridad en Cochabamba. Por esta razón, en enero de este año, Nabor fue trasladado al penal de Chonchocoro en La Paz.
En este caso, la organización de Nabor estuvo involucrada en el secuestro del hijo de Rosendo en 2023, justo después de una celebración de Compadres. Los familiares del joven pagaron el rescate, pero fueron amenazados por haber denunciado el caso.
Además de estos crímenes a sangre fría, se han registrado secuestros en el Trópico. El 19 de marzo de este año, René T.M., de 49 años, fue secuestrado en Ivirgarzama delante de su esposa, quien no pudo hacer nada para detenerlo ya que los secuestradores estaban armados y en un vehículo. Unos días después, el 22 de marzo, la víctima fue encontrada en la ruta a Bulo Bulo con una herida de bala en el pie.
Según la Policía, la banda de Ariel V.C., presunto sucesor de Nabor L., podría estar detrás de este caso. Actualmente, este hombre sigue siendo buscado.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, ha mencionado que las organizaciones criminales han sufrido una especie de “metamorfosis”, lo que significa que su estructura ya no es piramidal. Según sus palabras, las bandas ya no se centran en el líder, sino en su patrimonio, lo que quiere decir que cualquier miembro podría asumir el liderazgo.
DATOS En 2023, se reportaron 12 secuestros en la región del Trópico, donde incluso hubo niños entre las víctimas. De estos casos, siete tuvieron lugar en Entre Ríos.
Según datos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), aproximadamente el 70% de los secuestros se concentraron en la zona fronteriza con Santa Cruz, específicamente entre Bulo Bulo y Entre Ríos. Asimismo, se han registrado casos en municipios como Villa Tunari, Chimoré y Shinahota.