El director de ‘District 9’ sigue retratando un futuro desolador en esta trepidante alegoría que llega a Netflix

XATAKA.

Un reparto liderado por Matt Damon y Jodie Foster deja claro que Neill Blomkamp había dado en 2013 un salto presupuestario muy importante después de sorprender a propios y extraños con ‘District 9’, una contundente odisea de ciencia ficción urbana y antialienígena que rodó con mucho gusto y pocos medios. Hollywood prestó atención a aquella primeriza demostración de fuerza y Sony le financió ‘Elysium‘, que puedes ver en Netflix.

Estéticamente en la misma línea, retratando también un futuro transformado por cambios radicales (la invasión extraterrestre en ‘District 9’, la brutal división de la humanidad aquí), Blomkamp se empleó a fondo en ‘Elysium’ con lo que mejor se le da. Es decir, rodar acción trepidante y de violencia brutal, y efectos especiales sofisticados pero con un punto artesanal.

En ‘Elysium’ cuenta cómo en el año 2159, los seres humanos se dividen en dos grupos: los ricos, que viven en la estación espacial Elysium, y todos los demás, que sobreviven como pueden en una Tierra postapocalíptica y devastada por la superpoblación. La gobernante interpretada por Foster intenta evitar que los terrestres lleguen a la estación espacial, pero con la ayuda de un exoesqueleto de segunda mano que le convierte en un humano superpoderoso, un paria terrestre (Damon) decide luchar por la igualdad de clases.

Un escenario ambicioso y que Blomkamp no maneja con tanta precisión como ‘District 9’ debido a su gran escala, pero que aún así proporciona unas cuantas secuencias de acción de alto voltaje y un mensaje peleón y directo. La guinda: treinta minutos iniciales que se cuentan entre lo mejor y más furioso que ha rodado nunca el director de ‘Chappie’.