Dirigente cocalera revela que querían obligarla a incriminar a sus compañeros por desmanes en mercado ilegal

EL DEBER.

La Fiscalía la llevó a una audiencia cautelar porque firmó una convocatoria a movilización

Gudelia Botitano, la dirigente cocalera de Los Yungas, logró salir en libertad y a la salida de su detención reveló que la Policía la golpeó y querían obligarla a admitir que estaba en el lugar para incriminar a otros dirigentes. La Policía había negado que hubiera golpeado a la dirigente de 54 años.

“Puedo sacarme mis ropas y mostrar cómo me han golpeado, tengo para demostrar cómo me han agredido queriendo que involucre a mis compañeros de delitos que no hemos cometido”, declaró entre sollozos, Botitano.

El miércoles 28 de septiembre, se realizó un aparatoso operativo policial que acosó a cuatro dirigentes de Los Yungas, tres mujeres y un varón, a quienes persiguió como a forajidos; tres de los dirigentes lograron evadir a los policías vestidos de civil, pero aprehendieron a Botitano.

Este viernes se supo que el objetivo de la Policía era la dirigente, Rosalba Vargas, quien era parte del grupo, pero ella logró escapar junto con Carlos Choque. Vargas es la tercera en jerarquía de la dirigencia cocalera y es acusada de 15 delitos, al igual que sus dos compañeros, Freddy Machicado y César Apaza, que ya guardan detención en el penal de San Pedro.

“Soy una mujer de 54 años de edad, se me ha acusado injustamente en este caso, la verdad estoy muy indignada por lo que se me acusa, también decirles (a los fiscales) que no están con la verdad, me siento mal, yo no he estado en el lugar en primer lugar y segundo, dicen que yo hubiera sido una dinamitera, que hubiera portado armas en el lugar, eso es inaudito”, reiteró la veterana dirigente.

De acuerdo con la imputación presentada ante el Juzgado Séptimo de Instrucción en lo Penal, la Fiscalía no está segura si Gudelia Botitano estaba en el lugar y solo presume que pudo haber estado en los desmanes que se produjeron al mediodía del 8 de septiembre.

“Si sabía el motivo de la convocatoria de la marcha y cuál era el objetivo de la misma, que era hacer la toma del mercado paralelo y destrozar el misma, se puede presumir que sí estaba presente en ese día fatídico”, señala la imputación.

Esta hipótesis fue sacada del informe de inteligencia en foja 19, donde se observa que Botitano firma en la convocatoria para la marcha cocalera.

La fiscalía llevó a Botitano a una audiencia por una presunción y porque la dirigente firmó una convocatoria a movilización. 

“Se ha visto por los medios, se ve quiénes han lanzado las bombas molotov, la dinamita, el armamento, dónde había la coca molida, gasolina, ustedes (los medios de comunicación) han identificado; mi persona no estaba en el lugar, pero sí hemos visto y sabemos cuál es la otra persona que nos quiere involucrar”, dijo Botitano en clara alusión al dirigente, Arnold Alanes, a quien se lo señala de contar con el respaldo del Gobierno.

La imputación contra la dirigente contiene 12 delitos que hubiera cometido: estragos, incendio, lesiones graves y leves, atentado contra bienes públicos, privación de libertad, impedir o estorbar el ejercicio de funciones, allanamiento de domicilio o sus dependencias, robo agravado, secuestro, atentados contra miembros de organismos de seguridad del Estado, tráfico ilícito de armas, e instigación pública a delinquir.