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Los pescadores tomaron muestras de agua y fotografías como pruebas de este incidente por la rotura de una cañería del campo Los Suris.
El castigo al río Pilcomayo no cesa y ahora se reporta un derrame de hidrocarburos por la rotura de un ducto proveniente desde el campo Los Suris, informó el representante de la Asociación de Pescadores del Pueblo Weenhayek, Francisco Nazario.
Según el dirigente, el incidente se produjo ayer (viernes) y este sábado él junto a otros dos pescadoresy tres técnicos de apoyo se dirigieron al lugar para constatar el vertido.
La rotura del ducto se estima que fue a 20 kilómetros al sur de Villa Montes y a más de 100 kilómetros de la frontera natural con Argentina y Paraguay.
«Hemos visto algunos charcos de hidrocarburos y cuando llega agua se filtran por la arena. Ayer (viernes) seguramente había más y con el calor se secaron y dispersaron por el río», relató Nazario.
Pescadores de su gremio se comunicaron con él para reportarle del reventón del ducto y los hidrocarburos se esparcieron, al extremo que desde comunidades que están aguas abajo ya avisaron de que el agua del Pilcomayo estaba muy grasoso.
Nazario, que también preside el Comité de Defensa del río, pidió a las autoridades del nivel central, departamental y municipal tomen «cartas en el asunto» y activen las medidas necesarias por esta contaminación.
Pescadores en el Río Pilcomayo
A su criterio, no se puede tapar esta realidad por la que atraviesa el Pilcomayo que es castigado por la explotación minera en Potosí y ahora con este derrame.
«El río está sufriendo, primero por la minería y ahora por hidrocarburos, pareciera que lo quieren exterminar, cuando en esta parte baja no solo existen humanos, sino también fauna, como hemos visto algunos pajaritos (aves) que beben agua del río», comentó.
Los pescadores tomaron muestras de agua y fotografías como pruebas de este incidente por la rotura de una cañería del campo Los Suris, que antes era operado por la empresa Shell y ahora ese activo pasó a la administración de YPFB.
Río Pilcomayo con aguas oscuras
El Deber