FUENTE: UNITEL.
Desde el ente emisor habilitaron el uso de canales e instrumentos electrónicos de pago para operaciones de compra y venta de activos virtuales; sin embargo, queda trabajo por delante, según analistas
Una vez el Banco Central de Bolivia (BCB) habilitó el uso de canales e instrumentos electrónicos de pago para operaciones de compra y venta de activos virtuales que coadyuven al fortalecimiento de actividades financieras y comerciales en el país, mediante la resolución de directorio 082/2024, desde diferentes frentes observan que aún hay cabos sueltos que deben ser abordados por diferentes instancias con miras a tener una adopción y aplicación plena de esta herramientas.
¿Qué implica esta figura y qué se viene en adelante? Esta resolución da lugar a la anulación de una anterior que prohibía a las entidades financieras el uso, comercialización y negociación de criptoactivos en el sistema de pagos nacional por no constituirse estos en moneda de curso legal en el país, de acuerdo con el ente emisor, lo que implica que no reemplaza a la moneda legal en curso que es el boliviano.
Un marco jurídico mínimo
El vicepresidente de la Academia Boliviana de Derecho Informático, Fabián Espinoza, manifestó que una base fundamental es el marco jurídico y ya existen iniciativas legislativas insertadas en la Asamblea con miras a dinamizar este escenario que ya se aplica en otros países de la región.
“Aún no se tiene una seguridad jurídica y es por ese motivo que sí debería darse una ley que debe enfocarse en regular esta desregularización (con un marco mínimo), ya que la esencia es que no haya intermediarios”, señaló el ejecutivo, quien también es proyectista de una de las iniciativas legislativas que están en la Asamblea junto a otras comunidades técnicas del sector.
Alfabetización digital masiva
Para Espinoza, se necesita llevar adelante programas y planes de alfabetización digital, pero en este caso más particularmente desde el ámbito económico, para que el ciudadano sepa que los criptoactivos son una manera en la que puede también canalizar sus beneficios.
Además, es esencial empezar a cerrar la brecha digital de Bolivia, “en cuanto a la mala calidad de Internet” y la falta de acceso a este servicio, no sólo para usar criptos, sino para cualquier otro tipo de uso básico.
Tras el anuncio del BCB, la diputada Mariela Baldivieso (Comunidad Ciudadana) sostuvo que una de las premisas que están en agenda se enfocará en iniciar una serie de capacitaciones a nivel nacional (gratuitas) para que todos aprendan a utilizar estas nuevas tecnologías y evitar cualquier tipo de estafas, tema que también está contemplado por el BCB.
En esta figura también se debe incluir a los bancos, según Espinoza, ya que en adelante podrán captar legítimamente clientes y nuevos usuarios con la implementación de tecnologías referentes a cryptos, enmarcados en sus funciones y atribuciones que les provee la Ley de Servicios Financieros, ya que aún no están incluidos.
La directora de la ASFI, Ivette Espinoza, señaló que la entidad efectuará el respectivo control de las entidades financieras en cuanto a los medios que éstas proporcionen para la adquisición de activos virtuales; asimismo, brindará educación financiera para que la población conozca sobre los temas inherentes con relación a la compra de este tipo de activos.
Beneficios a la economía
Para el analista económico Christian Aramayo, Bolivia “estuvo atrasada 12 años por una cuestión ideológica”, ya que los criptoactivos surgen -al menos- desde 2008, entre 2012 y 2014 se popularizan regulaciones, servicios ATM y grandes transacciones.
“La innovación tecnológica genera importantes beneficios a la economía, esto generará opciones de preservación de valor para los agentes de ingresos medios. Sin embargo, es prudente señalar que, esta medida es completamente operativa, por lo que no generará ningún alivio serio ni profundo a la crisis económica, política y social del país”, contempló Aramayo.
Según el analista, si bien puede caer la demanda de dólares, no se resuelven ninguno de los problemas de fondo, ya que se requieren reformas estructurales del Estado boliviano y no solo una política del BCB.