FUENTE: FRANCE 24.
Los roces entre el bloque occidental y Rusia siguen intensificándose. El jefe del Kremlin mostró, una vez más, su rechazo al envío de armas y personal proveniente de Occidente a Ucrania, avisando que, de continuar, Rusia tiene la capacidad de hacer lo mismo en «zonas sensibles» para las potencias occidentales que respaldan a Kiev.
«Si alguien considera posible suministrar tales armas a la zona de combate para golpear nuestro territorio (…), ¿por qué no habríamos de tener derecho a suministrar nuestras armas del mismo tipo a regiones del mundo donde se puedan golpear instalaciones sensibles de países que actúen así contra Rusia?», preguntó Putin.
El mandatario fue más profundo en su desglose de la posible respuesta, insinuando que la réplica ante el suministro occidental a Kiev podría ser «asimétrica», sin descartar el posible uso de arsenal nuclear en caso de un involucramiento más serio por parte de las potencias aliadas a Ucrania.
«Tenemos una doctrina nuclear, miren lo que dice. Si las acciones de alguien amenazan nuestra soberanía e integridad territorial, consideramos que podemos utilizar todos los medios a nuestra disposición. Esto no debe tomarse a la ligera, superficialmente», recordó Putin, aunque descartó ser quien ataque primero a algún miembro de la OTAN, algo que para el presidente sería «estúpido».
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ofrece una rueda de prensa para los medios rusos el 17 de mayo de 2024 en la ciudad china de Harbin © Mikhail Metzel / Pool/AFP/Archivos
El jefe de Estado señaló puntualmente el uso de misiles británicos, ‘Storm Shadow’, y estadounidenses, ‘ATACMS’, explicando que estos no pueden ser operados directamente desde Kiev, por lo que quien estaría jalando el gatillo en su lanzamiento hacía territorio ruso serían las potencias anglosajonas.
En respuesta, Putin solamente anunció el endurecimiento de sus sistemas antiaéreos, por ahora.
El giro de Occidente
Las declaraciones del presidente ruso llegan después de meses de debate en el seno de la alianza occidental para decidir si cambiaban de rumbo en su postura inicial en torno a la guerra y permitían, como bloque, el uso de armas provenientes de sus fronteras en los ataques ucranianos a territorio ruso.
Si bien no hay consenso en Europa, algunos de los países se han visto reticentes a aceptar las constantes peticiones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sobre la flexibilización de la actitud occidental en torno al suministro y uso de armas extranjeras para impulsar sus operaciones de contraataque dentro de Rusia.
Sin embargo, dentro de la OTAN existe un ala más favorable a las peticiones de Kiev, encabezada por los Gobiernos de Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido. El pasado 30 de mayo, la administración de Joe Biden dio luz verde a Ucrania para el uso de armas proporcionadas por Washington dentro de suelo ruso, aunque limitado a algunas zonas. Alemania hizo lo propio.
«En los últimos días, y semanas los miembros de la OTAN especialmente Estados Unidos y otros países europeos, han entrado en una nueva fase de escalada de las tensiones. Y lo hacen de manera consciente», expresó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en una rueda de prensa el pasado 30 de mayo.
La intensificación más reciente en el involucramiento occidental con la causa ucraniana provoca incertidumbre en un cierto sector de la comunidad internacional, ya que además del constante suministro bélico y el permiso para que este sea utilizado en contra de Rusia, lo que en sí mismo era una ‘línea roja’ explícitamente establecida por Moscú, algunos países estarían considerando el envío de tropas para instruir a los soldados ucranianos dentro del país.
«Ningún instructor tiene inmunidad»
París es una de las capitales europeas que más seriamente estaría analizando el envío de instructores militares franceses a suelo ucraniano para que puedan emprender operaciones de entrenamiento dentro de las inexpertas filas castrenses de Kiev, uno de los problemas más importantes en el frente ucraniano.
De hecho, hace días el comandante encargado del Ejército ucraniano, Oleksandre Syrsky, confirmó que Francia estaría enviando soldados instructores «en breve», aunque el ministro de Defensa luego aclaró que el tema sigue en la mesa de debate dentro de la alianza europea.
Se espera que el presidente francés, Emmanuel Macron, se refiera al tema el próximo viernes 7 de junio, cuando reciba a su homólogo ucraniano en un acto de conmemoración al 80 aniversario del Desembarco de Normandía.
Aunque Estados Unidos ha descartado, por el momento, seguir los pasos de Francia, desde el Kremlin advierten que, cualquier instructor extranjero dentro de Ucrania, sea de la nacionalidad que sea, va a ser un blanco «legítimo» para las tropas rusas.
«Ningún instructor implicado en la formación de los militares ucranianos tiene inmunidad», sentenció Peskov.
La posición de las fuerzas militares en Ucrania © Valentin RAKOVSKY, Sophie RAMIS, Cléa PECULIER / AFP
La guerra en Ucrania se encuentra en un momento clave, en donde Kiev parece más favorable a apresurar el fin de la guerra, pero ciertas cabezas de la alianza occidental están más involucradas que nunca en el suministro, legitimación y hasta un posible envío de miembros de sus ejércitos a territorio ucraniano, construyendo una posibilidad latente de expansión del conflicto.