FUENTE: EL ANADALUZ.
La situación económica en Tarija continúa deteriorándose, según los últimos datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que muestran una preocupante tendencia de decrecimiento en el departamento.
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, hizo conocer un análisis sobre el estado actual de la economía departamental y las posibles consecuencias que enfrentará Tarija en el corto y mediano plazo.
“El INE ha actualizado los datos de crecimiento económico, no solo de Bolivia, sino también de los departamentos, y lastimosamente Tarija, un año más, presenta un decrecimiento económico, esta vez del 0.38%,” indicó Romero.
Este descenso en la actividad económica refleja una contracción significativa en la economía tarijeña, reduciendo las oportunidades de empleo y afectando el desarrollo regional. La causa principal de esta situación, según Romero, radica en la alta dependencia del departamento en los ingresos provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y del sector hidrocarburífero en general.
Reduce el producto interno bruto (PIB)
El Producto Interno Bruto (PIB) nominal de Tarija ha registrado un descenso preocupante, situándose en aproximadamente 2.88 millones de dólares, lo que representa una disminución del 5% en comparación con el año 2023. Aun más alarmante es el hecho de que desde 2014 hasta 2023, el PIB nominal de Tarija ha caído en un 37%. “Si nos enfocamos en la tasa de crecimiento económico, Tarija ha experimentado una caída del 108% desde 2014 hasta la gestión pasada,” afirmó Romero.
Así mismo la inminente finalización de las exportaciones de gas natural a Argentina en octubre empeoraran las cosas para el departamento. “Esto obviamente va a golpear a las finanzas públicas, principalmente al Departamento de Tarija,” explicó Romero.
Romero anticipa que los ajustes presupuestarios serán inevitables. “Ya se habla de que a nivel de los municipios y de la misma Gobernación posiblemente habrá unos ajustes del 20%. Están peleando por los techos presupuestarios, pero seguramente la gestión 2025 va a ser una gestión de muchos retos financieros,” comentó. Ante esta situación, Romero considera que será necesario realizar una “ingeniería profunda en el área financiera” para enfrentar los desafíos que se avecinan.