Lolita Lebrón: la nacionalista puertorriqueña que lideró un tiroteo en el Congreso de EE.UU. y pasó a ser un ícono cultural al salir de prisión

BBC.

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Edda Lopez dice que mientras crecía eran pocos los referentes femeninos en el movimiento independentista de Puerto Rico.

A sus 14 años, sin embargo, vio en persona por primera vez a Dolores «Lolita» Lebrón, la nacionalista que en 1954 dirigió un ataque a mano armada en contra del Congreso de Estados Unidos.

Lolita regresaba al archipiélago luego de 25 años de cárcel en Arlington, Virginia, en donde estuvo recluida por los hechos ocurridos en Washington DC.

Era 1979 y en el aeropuerto Luis Muñoz Marín de San Juan, la capital del territorio estadounidense, se había reunido un grupo de personas partidarias del independentismo para recibirla.

López afirma que cuando conoció a Lolita, supo que para ella había un espacio en un terreno político que para entonces estaba dominado por hombres.

«Cuando yo crecí no había muchos referentes de mujeres para quienes éramos independentistas. Al ver a Lolita, me transformó porque me dio un norte», sostuvo la excandidata al senado de Puerto Rico por el Partido Independentista.

En la imagen se ven de izquierda a derecha: Rafael Cancel Miranda, Irving Flores, Lolita Lebrón y Andrés Figueroa Cordero
Pie de foto,Los cuatro nacionalistas que atacaron el Congreso planificaron el atentado en Nueva York. En la imagen se ven de izquierda a derecha: Rafael Cancel Miranda, Irving Flores, Lolita Lebrón y Andrés Figueroa Cordero.

A sus 60 años, forma parte de un ala del independentismo puertorriqueño que guarda especial devoción por la nacionalista.

Sus palabras podrían dar luz sobre por qué, pese a quedar inmortalizada por un acto violento, Lolita se transformó en un ícono cultural para algunas personas en Puerto Rico.

Pero, de igual forma, en el archipiélago hay quienes siempre han reprendido sus actos.

Su figura, como veremos, está repleta de complejidad.

El atentado

Ocurrió el 1 de marzo de 1954.

Lolita, entonces de 34 años, parada en la galería de visitantes de la Cámara de Representantes de EE.UU., fue vista agitando con fuerza una pistola Luger que sostenía con ambas manos.

Hubo conmoción entre los cientos de personas que se encontraban en el lugar. Llevaba vestido, tacones y labial rojo intenso.

En medio de la revuelta gritó: «Viva Puerto Rico». Acto seguido intentó desplegar una bandera del territorio, pero no lo logró.

Sus acompañantes -Irving Flores Rodriguez (27), Rafael Cancel Miranda (25) y Andrés Figueroa Cordero (29)- comenzaron a disparar en el hemiciclo en donde 243 legisladores debatían una ley sobre inmigración.

Diagrama de los disparos en el Congreso de Estados Unidos
Pie de foto,Los cuatro nacionalistas se ubicaron en la galería de visitantes del Congreso de Estados Unidos. Comenzaron a disparar a las 14:30 de acuerdo con los registros del legislativo.

Los medios de la época señalan que los disparos fueron cerca de 30 e hirieron a cinco congresistas, uno de ellos de gravedad, pero ninguno murió.

Personal de la Cámara de EE.UU. y un legislador -quien era un militar retirado- detuvieron a los asaltantes.

Lolita, en medio de una conferencia de prensa luego de ser arrestada, se hizo responsable de lo ocurrido.

«No he venido a matar», sostuvo frente a un podio ante preguntas de la prensa con voz firme, como se ve en un video de 1954. «Vine a reclamar la libertad de mi país».

El diario estadounidense The New York Times reseñó el día después del ataque que entre su ropa la policía encontró una nota en la que expresaba que llegó al Congreso con la expectativa de morir por Puerto Rico.

Imagen de personal de la cámara de representantes de estados unidos cargando a un herido luego del atentado en el congreso
Pie de foto,Personal de la Cámara de Representantes de Estados Unidos se mvilizó con rapidez luego del atentado para asistir a los heridos, que fueron cinco, uno de ellos de gravedad, aunque ninguno murió.

«Mi vida doy por la libertad de mi patria», decía el papel. «Tomo responsabilidad de todo», agregaba.

Fue condenada por cinco delitos de asalto con un arma y sentenciada a cumplir hasta 50 años de prisión.

El contexto

El atentado fue planificado en Nueva York, donde vivían Lolita y el resto de los nacionalistas que participaron.

Esta ciudad fue su hogar desde la década de 1940, cuando dejó Lares, su pueblo natal en el oeste de Puerto Rico.

Recorte de The New York Times sobre el juicio de lolita

Para aquel tiempo era una madre soltera, a su vez hija de campesinos y, como muchos otros boricuas, se fue en busca de una mejor vida.

Cuando se mudó, tuvo que dejar a su hijo con sus padres. En Nueva York concibió a una segunda hija, pero se vio obligada a enviarla a Puerto Rico.

Una vez en EE.UU. enfrentó racismo y discriminación. Trabajando como costurera en una fábrica de uniformes para militares vivió las difíciles condiciones laborales de los migrantes de la época.

«Allá fue que yo me acostumbré a defender a la mujer y su libertad», diría en una entrevista publicada en 2009 por el Instituto de Cultura Puertorriqueña.

En esta ciudad se unió al Partido Nacionalista de Puerto Rico, en donde escaló hasta convertirse en delegada nacional, luego de ser nombrada por el presidente del grupo político, Pedro Albizu Campos, a quien solo conocía por cartas.

Albizu, un abogado que en ese momento vivía en el archipiélago, le pediría más tarde que planificara el atentado.

Dos años antes del tiroteo, en 1952, se había aprobado el Estado Libre Asociado, un gobierno local limitado para Puerto Rico, que estaba supeditado al control del Congreso estadounidense.

La idea del acto violento era, precisamente, protestar contra lo que décadas después se reconocería como un estatus colonial.

El rechazo

El día después del atentado, el 2 de marzo de 1954, los actos de los nacionalistas fueron fuertemente reprobados por el gobierno de turno en Puerto Rico.

El gobernador de aquel momento, Luis Muñoz Marín, viajó de inmediato a la capital de EE.UU. Allí visitó a los congresistas heridos y les expresó sus condolencias.

Cuando el Congreso sesionó nuevamente, de acuerdo con los registros públicos de la Cámara de Representantes, el legislador sin voto de Puerto Rico, Antonio Fernós Isern, condenó los hechos.

«En ninguna ocasión podría dirigirme a esta Cámara con mayor pesar», declaró.

«El nombre de la querida isla de mi nacimiento fue invocado por los vándalos imprudentes que protagonizaron este terrible acto ayer. Las balas que se dispararon no sólo hirieron gravemente a cinco de nuestros compañeros; todas llegaron al corazón de Puerto Rico», agregó.

Lolita: múltiples miradas

María de Lourdes Santiago, la primera mujer senadora por el Partido Independentista en Puerto Rico, coincidió con su compañera política, Edda López, en que Lolita es para algunos un referente feminista.

Imagen de lolita en una conferencia de prensa en la ONU
Pie de foto,Lolita estuvo en la cárcel por más de dos décadas luego del atentado. En la foto participa en una conferencia de prensa en la sede de las Naciones Unidas.

«Es una vida con la que muchas mujeres podemos identificarnos, sobre todo por lo que significa que una mujer, para aquel tiempo, asumiera un papel protagónico en hechos políticos de tanta importancia», le dijo a BBC Mundo.

Pero la senadora también hizo referencia a la vida de Lolita después del ataque al Congreso.

Fue excarcelada luego de 25 años de prisión. Ante una enorme presión política, el presidente Jimmy Carter conmutó su sentencia, aunque ella nunca lo solicitó, porque esto significaría pedir perdón por sus actos.

Pese a que nunca se arrepintió de atacar el Congreso, sus siguientes años en Puerto Rico estuvieron marcados por su activismo no violento y sus constantes llamados a la resistencia pacífica contra el gobierno de EE.UU.

Edda López

Cuando yo crecí no habían muchos referentes de mujeres para quienes éramos independentistas. Ver a Lolita me transformó.Edda López
Activista feminista e independentista de Puerto Rico

Participó en marchas, vistas del Congreso sobre el debate del estatus del archipiélago y fue un personaje constante en los medios de comunicación.

Lolita, incluso, volvió a la cárcel en 2001 a sus 80 años luego de realizar actos de desobediencia civil en Vieques, un municipio de Puerto Rico en donde se realizaron masivas protestas para detener las prácticas militares que allí realizaba la marina estadounidense.

«Creo que los tiempos han cambiado, y ya no hay necesidad de matar por la libertad. Yo no tomaría las armas hoy en día, pero reconozco que la gente tiene derecho a usar cualquier medio disponible para liberarse», le dijo Lolita al periódico El Mundo en 1998.

Lolita Lebrón (de pie) junto a otra militante nacionalista llamada Isabelita Rosado.
Pie de foto,Lolita Lebrón (de pie) junto a otra militante nacionalista llamada Isabelita Rosado.

Pero contrario a la senadora Santiago Negrón, hay quienes opinan que los actos de Lolita hicieron que el gobierno de EE.UU. ignorara la situación colonial de Puerto Rico durante años.

«Ella cometió un intento de asesinato que retrasó la causa de Puerto Rico por muchos, muchos años», dijo en 2004 Kenneth McClintock, un expresidente del Senado de Puerto Rico al periódico The Washington Post, en un número publicado cuando se cumplieron 50 años del atentado.

El exsenador, quien pertenece al Partido Nuevo Progresista, que defiende la admisión del territorio como estado de EE.UU., criticó en la misma entrevista a quienes apoyaban a Lolita, por supuestamente defender la violencia como forma política.

«Si rocías la casa con disparos, serás recordado», sostuvo McClintock. «No creo que ese sea un mensaje que debamos enviar».

Ícono cultural

En su tiempo en la cárcel, Lolita construyó un altar y -según ella- comenzó a tener visiones divinas, que transcribió en forma de poemas, publicados en tres libros.

Su misticismo, de acuerdo con el periodista Manuel Roig Fianza, quien la entrevistó en persona en 2004 para el número especial de The Washington Post, no hizo más que «aumentar su conexión con los puertorriqueños».

Altar construido en la celda de lolita lebrón
Pie de foto,Lolita Lebrón se convirtió en poeta durante su tiempo en la cárcel, en donde decía que tenía visiones divinas. En la foto es posible ver un altar que construyó en su celda en la cárcel federal de Arligton, Virgia.

En su escrito, describe de forma minuciosa cómo la mujer era tratada por las personas que la admiraban. También cómo ella se comportaba en presencia de sus seguidores.

«Los aplausos comienzan antes de que llegue a la puerta, llegando a un clímax cuando entra y extiende los brazos opulentamente con la naturalidad de una mujer acostumbrada a hacer entradas», relató Roig Fianza en aquel momento.

Lolita falleció en 2010, a los 89 años, por un fallo cardíaco. Su figura sigue siendo inspiración para muchos en Puerto Rico.

Su rostro es protagonista de innumerables obras de arte y su vida está hilada en escritos de todo tipo.

En días recientes, por ejemplo, el rapero boricua Residente la incluyó en su nuevo video de la canción This is Not América, que comienza con una actriz interpretándola mientras dispara un arma.

varias mujeres protestan en Viejo San Juan usando ropa similar a la que vestía la mujer cuando atacó el Congreso
Pie de foto,Lolita se ha convertido en un ícono cultural en Puerto Rico. En la foto varias mujeres protestan en Viejo San Juan usando ropa similar a la que vestía la mujer cuando atacó el Congreso.

López y Santiago Negrón, por su parte, forman parte de un grupo de mujeres llamado Las Lolitas, que comenzó en 2019 para conmemorar los 100 años de su natalicio y realizan actividades alrededor de Puerto Rico vestidas con la ropa que usó la nacionalista durante el ataque al Congreso.

Antes de morir, Lolita fue consciente de la admiración por su persona dentro del sector independentista del territorio estadounidense.

En su última entrevista, en agosto de 2009, sentenció: «Todo el mundo me ve a mí y se acuerda de la patria«.