FUENTE: EL DEBER.
La Rating Manager de Moody’s Bolivia, Leyla Krmelj, dice que han visto una desaceleración de los créditos en Bolivia debido a restricciones aplicadas por las financieras, esto debido a la falta de dólares
En marzo de 2023, la agencia internacional Mooody’s rebajó la calificación de Bolivia como emisor de deuda. Observó factores como una gobernabilidad débil, una defensa insostenible del tipo de cambio y la caída de reservas internacionales líquidas. En las últimas semanas, la noticia que ha copado los titulares fue la intervención de Banco Fassil. EL DEBER conversó con Leyla Krmelj, Rating Manager de Moody’s Local Bolivia.
_¿Cómo afecta al sistema financiero la intervención del cuarto banco más grande de Bolivia?
Cuando se dan este tipo de intervenciones, siempre existe el riesgo de que los ahorristas y fondeadores se pongan nerviosos producto de una pérdida de confianza e inicien con retiros de depósitos en el sistema.
Lo importante acá es que el proceso de traspaso de los activos y pasivos del banco intervenido a otras entidades financieras sea ordenado y transparente, mitigando la afectación sobre ahorristas y fondeadores.
Si bien se espera que el sistema financiero se haga cargo tanto de la cartera de créditos como de los depósitos que manejaba Banco Fassil, dado el tamaño de este, habrá que evaluar qué entidad financiera a la fecha tiene la capacidad en términos de solvencia y liquidez de absorber esta cartera. Lo más probable es que deba participar más de una entidad financiera en el proceso. En todo caso, este es un tema que lo está manejando el regulador.
Moody’s Local se encuentra monitoreando de forma permanente qué entidades financieras de las que califica mantienen exposición con el intervenido Banco Fassil, toda vez que, mientras se defina el proceso de traspaso de las posiciones activas y pasivas hacia nuevas entidades, las mismas no se vienen amortizando y por lo tanto implica un mayor riesgo para el tenedor de estas.
_¿Cómo han visto la reducción del Fondo de Protección Al Ahorrista que bajó de $us 184 millones a $us 9 millones en dos años?
Acá vemos dos cosas. Primero, la información que brinda el Banco Central de Bolivia no está completa ya que nos da las posiciones solo en dólares, lo cual no nos permite opinar sobre la posición global actual del Fondo de Protección Al Ahorrista (FPAH). Segundo, la información no está actualizada en vista de que el BCB no publica información actualizada desde el 8 de febrero de este año, lo cual tampoco permite dar una opinión precisa al respecto.
De tomar como referencia la información más reciente publicada por el BCB al 8 de febrero de 2023, claramente se observa una tendencia decreciente en la posición del FPAH en dólares, lo cual, en parte, recoge la composición de la cartera de depósitos del sistema financiero, en donde un porcentaje importante corresponde a bolivianos.
Sin embargo, en este periodo de tiempo no es que se haya dado una migración relevante de depósitos del público de dólares hacia bolivianos, por lo que pareciera que ese no sería el único sustento de la tendencia decreciente.
De hecho, si revisamos la composición de depósitos en dólares en la banca entre 2018 y febrero de 2023, la misma ha estado fluctuando en un rango entre un 11,6% y un 12,3%. Es importante igualmente saber el monto de los activos e inversiones del FPAH a fin de poder determinar si lo anterior implica un riesgo o no.
Moody’s Local considera relevante que el BCB publique las cifras actualizadas, más aún en un escenario de incertidumbre en torno al manejo de la liquidez en moneda extranjera.
_Se estima que hasta abril salieron de la banca $us 1.800 millones ¿es muy alto para el tamaño del sistema financiero boliviano?
La ASFI todavía no ha publicado los datos del sistema financiero al mes de abril; sin embargo, claramente estamos viendo que los bancos están experimentando retiros extraordinarios de liquidez, principalmente en moneda extranjera.
Ahora, si bien en términos absolutos los activos en moneda extranjera superan a los pasivos en la misma moneda, la cobertura de las disponibilidades e inversiones temporarias es menor al saldo de las obligaciones con el público a la vista y cuentas de ahorro, siendo este un tema de especial seguimiento dada la coyuntura actual.
Hasta el 28 de febrero de 2023, los fondos disponibles e inversiones temporarias sumaron Bs 53.793 millones, retrocediendo en Bs 60.130 millones con respecto al cierre de 2022 producto de la disminución de los fondos disponibles (-20,76%), principalmente de los fondos en el BCB.
Asimismo, las inversiones retrocedieron principalmente por menores colocaciones en entidades financieras, así como en el Fondo RAL por liberación de encaje legal en títulos.
_¿Y considera suficiente la liberación del encaje legal para captar dólares del público?
El BCB ha estado anunciando diversas medidas a fin de hacer frente a la mayor demanda de liquidez que está afrontando el sistema financiero, principalmente en dólares.
Con referencia al encaje en moneda extranjera, este ha estado bajando a lo largo de los últimos años, e inclusive el BCB anunció la suspensión temporal de la obligación de encaje para depósitos en moneda extranjera por unos días entre el 23 de febrero y el 6 de marzo.
No obstante, si bien con lo anterior el BCB busca brindar liquidez a los bancos, esto no implica necesariamente que las captaciones de depósitos en dólares por parte del público vayan a subir, más aún en un escenario de mayor demanda por dicha moneda y fuertes restricciones adoptadas por parte del sistema financiero.
_¿Se sienten los efectos de reprogramaciones en créditos?
Lo que estamos viendo en las últimas revisiones es una tendencia creciente en el nivel de morosidad del sistema bancario en Bolivia. Al cierre del 2022, la morosidad aumentó al 2,12%, desde un 1,49% que se tenía en 2021, debiendo señalarse que, en los dos primeros meses del 2023, la misma se incrementó al 2,58%.
_¿Y cómo se explica este aumento de la mora?
Este aumento en la mora se explica en parte al efecto de la terminación de los periodos de gracia que en su momento se otorgaron a los créditos que fueron diferidos durante la etapa de la pandemia.
Lo que vemos es un sinceramiento gradual de la calidad de la cartera asociada a deudores cuya capacidad de pago todavía se encuentra afectada. Por otra parte, también debe indicarse que la cartera reprogramada, si bien ha estado disminuyendo en términos relativos con la cartera total, todavía mantiene un monto relevante con relación del total de las colocaciones al haber representado el 18,73% de las mismas a febrero de 2023.
_¿Cree que la mora todavía está en un nivel aceptable?
Hasta la fecha, los bancos han podido manejar adecuadamente la cartera en mora. No obstante, la misma ha venido creciendo y podría continuar aumentando en los siguientes trimestres en vista de que el porcentaje de cartera reprogramada vigente continúa siendo elevado.
Otro aspecto para considerar es la potencial desaceleración en el crecimiento de las colocaciones este año producto del menor crecimiento esperado en la economía boliviana, así como también por la restricción que enfrentan los bancos en moneda extranjera.
_¿Cuáles son los efectos de la escasez de dólares en la banca?
En lo que va del presente ejercicio, los niveles de liquidez del sistema bancario vienen disminuyendo, identificándose una demanda creciente en los retiros de depósitos de ahorro en dólares, lo cual ha conllevado a que diversos bancos tomen una serie de medidas restrictivas en lo que respecta a la apertura de cuentas, límites de retiro, operaciones de giro internacionales y comercio exterior.
A la fecha, diversas entidades cuentan con moneda extranjera para atender retiros (con restricciones) por cierto tiempo, siendo dependientes de que el Banco Central de Bolivia vuelva a dotarlos de liquidez en dicha moneda. Para Moody’s Local, el riesgo en torno a la liquidez del sistema bancario continúa siendo alto. Lo anterior también genera mayor riesgo de pago de los depósitos e instrumentos de deuda en dólares por parte del sistema financiero y también podría comprometer el crecimiento de la cartera en 2023, lo cual se vuelve más retador considerando que las proyecciones de crecimiento de la economía para este año se han ajustado.
_¿Es ‘saludable’ para el sistema mantener el Impuesto a las Transacciones Financieras?
Es una buena pregunta. A la fecha, son varios los países de la región que aplican el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF). El más utilizado es el impuesto al crédito y débito bancario a fin de recaudar ingresos fiscales y las tasas usualmente son bajas. En general, es un mecanismo que puede ser útil para países con recaudaciones tributarias un poco débiles, como es el caso de muchos países en Latinoamérica.
Sin embargo, estos impuestos también generan ciertos desincentivos, como por ejemplo el aumento en la tenencia de efectivo y la disminución en el uso de los depósitos bancarios, aunado a que también incentivan la desintermediación.
En el caso de Bolivia, este impuesto tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2023. Habrá que analizar en su momento qué decisión tome el Gobierno con respecto a este impuesto ya que su vigencia se ha ampliado en diversas oportunidades desde su creación.
_¿Son muchos los bancos que operan para una economía como la boliviana?
No necesariamente, la cantidad de bancos está en función a la demanda de los servicios financieros que requieren los clientes. Mientras los clientes requieran servicios financieros o demanden productos que actualmente no sean cubiertos por las entidades vigentes en el sistema financiero, siempre habrá oportunidad para un nuevo participante.
_¿Y cómo la banca puede recuperar la confianza del cliente?
La confianza de los clientes hacia la banca podría fortalecerse más cuando los bancos puedan atender todos los requerimientos de sus clientes sin poner límites a los retiros y en general a las operaciones solicitadas.
Perfil de la entrevistada
Leyla Krmelj es Licenciada en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad San Ignacio de Loyola (Lima, Perú). Tiene una Maestría en Administración de Empresas (EMBA) de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (Lima/Santiago/Miami). Cuenta con más de 20 años de experiencia en el análisis de riesgo de crédito y el manejo de portafolios de inversión.
A la fecha, como Ratings Manager en Moody’s Local, supervisa a todo el equipo de analistas que cubren operaciones en Perú, Bolivia y Panamá. En este rol, también está a cargo de dirigir los comités de calificación como Presidente y supervisar las publicaciones de reserach para estos tres países.