Fuente: El Deber.
El abogado Prado estuvo en el programa Influyentes de EL DEBER Radio
El abogado Gary Prado Araúz reiteró que Eduardo Rózsa Flores, que fue muerto a tiros en el operativo del hotel Las Américas en Santa Cruz de la Sierra, el 16 de abril de 2009, fue traído a Bolivia por el gobierno del entonces presidente Evo Morales y con pasajes que pagó el gobierno de Venezuela.
“El pasaje con el que Rózsa llega (a Bolivia) junto a otro personaje que nunca se lo persiguió, ni se lo trajo a Bolivia para investigarlo, fue pagado con una tarjeta de crédito del Banco Canarias de Venezuela que estaba a nombre de Félix Osorio, que era ministro secretario del gobierno de Hugo Chávez. Él paga con su tarjeta de crédito el pasaje de Rózsa desde Budapest (Hungría) hasta Sao Paulo (Brasil) y de ahí para acá (Bolivia) Rózsa viene en ómnibus”, afirmó Prado en una entrevista con EL DEBER Radio.
La actuación y muerte de Rózsa se remonta al supuesto caso de terrorismo por el que el Gobierno de Morales acusó y procesó a más de 30 personas tras el asalto del hotel Las Américas, operativo instruido por el propio Morales, según su revelación hecha en Venezuela.
Para el abogado Prado, todo el caso tuvo una fuerte concepción e influencia externa, sobre todo una estrategia cubana, que se identifica con la llegada de Eduardo Rózsa, que “lo trae el gobierno de Evo Morales”, quien después lo hizo “contactar con mucha gente para sembrar vínculos que después fueron usados para persecución política. Fue una estrategia diseñada por Cuba”.
¿Qué pasó en el Hotel Las Américas?
La madrugada del 16 de abril de 2009, un contingente de la Unidad Táctica de Resolución de Crisis, grupo de élite de la Policía boliviana, ingresó al hotel Las Américas en Santa Cruz, realizó detonaciones en el cuarto piso e irrumpió en sus habitaciones disparando sus armas de fuego.
Como consecuencia los extranjeros Eduardo Rózsa Flores, Arpad Magyaroisi y Michel Dwyer resultaron muertos; Elöd Tóásó y Mario Tadic fueron detenidos.
El Gobierno de Evo Morales justificó la intervención policial, asegurando que el grupo liderada por Rózsa formaba parte de una organización armada que buscaba dividir al país con el apoyo de una élite cruceña.