Fuente: El Deber.
El amistoso se juega desde las 17:00 en Annaba. Akologo, Rafinha y Villarroel se anticipan como las variantes. Antonio Carlos Zago busca afianzar el equipo
En el orden de prioridad, primero la mira está en la Copa América (20/06 al 14/06) y luego las eliminatorias cuyas seis fechas de este 2024 se reactivan desde septiembre (ver recuadro de la derecha). Pasó Argelia, el viernes con derrota dolorosa (2-3) en Argel, pero hoy tenemos revancha, ante Andorra (17:00 hb) que es un rival con menos ranking (164, Bolivia está en el 86) pero que igual servirá para evaluar e ir afinando lo que Antonio Carlos Zago quiere para la selección nacional.
Es que más allá de la caída en el Nelson Mandela, ante a Argelia, las conclusiones son alentadoras porque este tipo de rivales, fuertes, te permiten pisar tierra. Y Bolivia se mostró tal cual, sin la estabilidad que se busca porque lo perdía, después lo ganaba, y en la recta final del choque su rival lo doblegó tras yerros letales en la última línea. Todo quedó registrado en la libreta -o en la cabeza pelada- de un Zago que pretende seguir corrigiendo errores que no cuesten un resultado como este.
Entre esos errores, por ejemplo, está que no se tuvo firmeza en la contención; si se pretendía ensayar a Boris Céspedes o Gabriel Villamil por Leonel Justiniano -no fue convocado- ninguno dio la talla, y esto permitió que casi todas las segundas pelotas o las que salían desde el área de ‘Billy’ Viscarra, fueran ganadas por los rivales. Primer detalle relevante que anotó Zago y que comunicó al día siguiente en la evaluación. La segunda tiene que ver con el enlace en la última línea.
Está más que claro la confianza a Luis Haquin -cintillo y peso del equipo en defensa-, que es un gran jugador, pero que necesita mejor la conexión -que te da solo los partidos- sobre todo con el ‘stopper’ por derecha, por donde jugó Adrián Jusino. El de The Strongest, pese a todo, registró una mejor labor que en su última actuación demostrándole a Zago que le puede ser últil. Por el otro lado hubo mejor respuesta, con Sagredo al que cubrió a tiempo cuando el de Bolívar dio salida.
El otro aspecto por mejorar, entiende el técnico, son las bandas. A Diego Medina y Roberto Carlos Fernández les hace falta estabilidad en el juego; suelen destacar en la marca pero en salida es casi habitual su pérdida del balón lo que origina un boquete que hay que cubrir de emergencia. Esa misma estabilidad es en la que el DT trabaja con Ramiro Vaca, un volante que cada vez se afianza en el medio sector. Vaca suele ser el hombre de salida, el que recibe y arrastra y cuando tiene espacio igual pisa el área contraria.
Pero no son solo aspectos por corregir, sino también hay fortalezas que afianzar y en esto tienen que ver Jaume Cuéllar -que jugó como extremo por izquierda- y Carmelo Algarañaz, que comandó la ofensiva ‘vistiéndose’ de Marcelo Martins en varios pasajes del partido. Al primero se lo vio participativo, desbordando y recuperando cuando el balón cayó por su zona. Pero además, apoyando a Algarañaz en medio del enjambre de piernas que buscaban detener su capacidad física para moverse por todo el frente. Ahí Bolivia fue distinta.
Para el encuentro ante Andorra es casi un hecho que habrán al menos tres variantes, no solo la de David Akologo que reemplazará a Guillermo Viscarra, en el arco, sino la de Moisés Villarroel -para la estabilidad en el medio- y la de Rafinha, que apunta a que el equipo sea ofensivo de entrada. Con Villarroel no solo se gana en el quite, sino también en la entrega, y con Rafinha, en el coraje para pisar campo rival y en la pegada. El brasileño tiene una ganas tremendas de arrancar y el partido ante Andorra es su chance.
En la Copa América, Bolivia debutará ante Estados Unidos para luego medirse con Uruguay y Panamá. Ante Argelia se vio el equipo base, y a lo que se apunta ahora es a darle estabilidad, buscando variantes que permitan darle recambio a la selección que busca competir para mejorar.
El choque se jugará en Annaba, una ciudad turística que recibió bien al plantel el sábado pasado. El estadio 19 de Mayo 1956 es el escenario escogido, un campo que luce bien. Ayer hubo la oportunidad de pisarlo, de testearlo, con una práctica liviana programada como es de rigor, previo a los partidos. Luego, fue volver al hotel de concentración para descansar y preparar todo para el choque de hoy. Zago ya les explicó la idea, y ya comunicó quiénes comenzarán de entrada.