Fuente: Aduana Nacional.
“Entre los meses de enero y febrero de la presente gestión, a través, de la Unidad de Control Operativo Aduanero (UCOA) y el Comando Estratégico Operacional (CEO) en inspecciones habituales en la población Chaqueña de Villamontes – Tarija, se retuvieron 3 motocicletas, 2 automóviles, 1 camioneta, 1 vagoneta,1 camión con mercancía de contrabando – insumos de limpieza e higiene, bebidas alcohólicas, comestibles – por otra parte, en la Comunidad de Macharetí se comisó 1 camión que transportaba harina de soya; con valor total CIF de Bs. 1.305.127,29”, sostuvo la Administradora Aduana Frontera Cañada Oruro, Claudia María Galarza.
El Comando Estratégico Operacional, interceptó en la Comunidad de Macharetí un camión que trasladaba 40 toneladas de harina de soya solvente, para consumo animal, esta mercancía ingreso de la república Argentina con destino hacia Santa Cruz; como también a la altura de Estación de Servicio El Chañar – Villamontes, se comisó mercancía de procedencia Argentina, misma, que ingresó inicialmente al Regimiento Pisagua por amenazas de los contrabandistas y, posteriormente fue trasladada a este recinto de Aduana para su procesamiento conforme a normativa vigente.
La autoridad de control señaló que uno de los camiones tenía el “número de chasis adulterado” de acuerdo al informe de “revenido químico” realizado por la Dirección Nacional de Prevención e Investigación de Robo de Vehículos (DIPROVE), este examen químico tiene como finalidad revelar la identificación alfanumérica original (la grabada por la casa matriz) de vehículos automotores.
Por otra parte Galarza, informó que un propietario intento sacar una de las motocicletas del país, pues su formulario de permiso para estadía en territorio boliviano se encontraba vencido (3 meses), por lo que realizada la verificación en el Sistema Informático de Vehículos Turísticos (SIVETUR), se procedió a la retención.
A la conclusión Galarza subrayó indicando la lucha del gobierno contra el contrabando continúa, a la cabeza del presidente, Luís Arce, este flagelo mata nuestra economía.