FUENTE: ABI.
Bolivia ingresará al sistema de pagos con moneda local del Mercado Común del Sur (Mercosur) y dejará de lado el dólar, reveló este martes el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Esto será posible gracias a que Bolivia formalizó el lunes su ingreso, como miembro de pleno de derechos, al bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Precisamente, el mandatario brasileño explicó en la clausura del Foro Empresarial Bolivia-Brasil en Santa Cruz, que el flujo comercial entre ambas naciones, que llegó a $us 3,3 millones en 2023, será mucho mayor por la adhesión de Bolivia al Mercosur.
“Con su ingreso en el sistema de pagos en moneda local reduciremos la dependencia del dólar y los costos de transacciones de las operaciones de cambio en nuestros países, esa medida es de gran utilidad para las pequeñas y medianas empresas del continente”, destacó.
Ejecutada por mandato de la Decisión CMC 25/07 del Mercosur, el Sistema de Monedas Locales (SML) es un mecanismo que permite realizar operaciones en las monedas de los países que integran el Mercosur. Por medio del SML, las transacciones tienen un costo menor porque se logran mejores tasas de cambio.
La operación del sistema se define por medio de convenios bilaterales celebrados entre los Bancos Centrales de los Estados.
En 2008 el sistema comenzó a operar entre Argentina y Brasil y en 2009, Brasil y Uruguay firmaron un acuerdo bilateral que entró en vigencia en el 2010.
La importancia de la aplicación de este sistema en Bolivia radica en que Brasil, por solo dar un ejemplo, en 2023 fue el segundo país del que más importaciones se efectuaron: vendió al país $us 1.911 millones, representando el 17% del total de las compras a escala global.
El 72 por ciento de las fronteras de Bolivia está compartida con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. También son parte de la Hidrovía Paraguay-Paraná, que inicia en Bolivia y recorre los cuatro países, que se convierte en una puerta natural hacia el océano Atlántico.
Al destacar esta vinculación natural, Lula da Silva instó a aprovecharla y consolidar la conexión de los océanos Atlántico y Pacífico con la Ruta Cuadrante Rondon que conectará por tierra Brasil con Bolivia y Perú, y la interconexión ferroviaria atravesando por los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba.
El gasoducto Brasil-Bolivia, lo definió como “un activo estratégico” que puede ser aprovechado para transportar el gas desde Vaca Muerte en Argentina hasta Brasil y también a abastecer una planta de fertilizantes que prevén impulsar La Paz y Brasilia.