Medicamentos para bajar de peso: un hombre que perdió 18 kilos reveló cómo fue dejar de tomarlos

FUENTE: INFOBAE.

El editor compartió su experiencia y desafíos al intentar mantener su nuevo peso sin ayuda farmacológica, revelando la presión de los antojos y los cambios necesarios en su estilo de vida para lograrlo

Hace cuatro meses, Bradley Olson, editor de noticias en la oficina de The Wall Street Journal en San Francisco, dejó de tomar Mounjaro tras haber perdido 18 kg (40 libras), según su testimonio publicado en The Wall Street Journal. Ahora comparte su odisea para mantener este logro sin el apoyo del medicamento.

Durante los cinco meses en los que Olson tomó Mounjaro, experimentó una notable reducción en sus antojos, describiendo una sensación de libertad de las tentaciones como las papas fritas y los donas. Tras dejar el medicamento por su alto precio – 840 euros (USD 1.000) mensuales de su bolsillo, ya que su seguro no lo cubría – sus antojos regresaron con fuerza. Tres semanas después de su última dosis, comenzó a sentir una necesidad imperiosa de consumir alimentos que anteriormente no le llamaban la atención.

Olson explica que uno de los primeros desafíos fue enfrentarse a una ruleta de atracones, dietas, y regímenes de ejercicio. Aunque perdió peso de forma significativa con Mounjaro, decidió no depender de este medicamento de por vida, como recomiendan los fabricantes, sino intentar mantener su peso a través de otros medios.

Un aspecto revelador del proceso fue descubrir que su madre, que tiene casi 80 años, había estado tomando Ozempic y después Mounjaro durante más de un año, perdiendo significativamente peso. “Quería sentirme bien”, le confesó ella, a pesar de los efectos secundarios como náuseas y malestar gástrico. La revelación añadió una dimensión emocional mientras consideraba su batalla conjunta con la obesidad.

Olson adoptó una dieta alta en proteínas para mantener la sensación de saciedad (REUTERS/Hollie Adams/File Photo/File Photo)Olson adoptó una dieta alta en proteínas para mantener la sensación de saciedad (REUTERS/Hollie Adams/File Photo/File Photo)

La vuelta a los antojos de comida fue gradual pero imparable. Tras una ensalada, Olson comenzó a sentir hambre aproximadamente una hora después, lo que llevó a episodios de comer en exceso, como dos platos de espaguetis acompañados de papas fritas y salsa. En dos meses, había recuperado 2 kg (5 libras). Sin embargo, un punto positivo fue que se liberó de su adicción al azúcar, lo cual denominó “un milagro”.

Para replicar el efecto del medicamento, Olson comenzó a investigar dietas ricas en proteínas que, según algunos estudios científicos, ayudan a aumentar la sensación de saciedad. Se propuso un objetivo alto de 150 gramos de proteína al día, asesorado por un entrenador personal. Aunque inicialmente funcionó, eventualmente se cansó de tanta carne y optó por incorporar fibra en su dieta, con alimentos como aguacates y arándanos.

Mientras luchaba por mantener su peso, Olson también se dispuso a cambiar su estilo de vida. Aumentó su ejercicio a 12 horas por semana, mitad en sala de pesas, y adoptó una dieta variada que incluía elementos como la alulosa, un sustituto del azúcar naturalmente presente en alimentos como los higos.

Bradley Olson dejó Mounjaro por su precio elevado tras perder 18 kg (Loren Elliott para The Wall Street Journal)

Los estudios indican que muchos que dejan de tomar medicamentos como Mounjaro u Ozempic pueden recuperar el peso perdido rápidamente, por lo que los fabricantes Eli Lilly y Novo Nordisk sugieren seguir tomándolos a largo plazo. Un análisis de miles de reclamaciones de seguros mostró que solo un tercio de las personas que empezaron estos medicamentos para bajar de peso los mantuvieron al cabo de un año. No obstante, un estudio de Epic Research encontró que más de la mitad de los participantes mantuvieron o incluso aumentaron su pérdida de peso un año después de dejar los medicamentos.

Olson se animó a desafiar estas estadísticas e intentó ser una historia de éxito. Se fijó como objetivo escalar el Monte Whitney, lo cual requería aún más ejercicio y podía llevar a una mayor pérdida de peso. Con su peso más bajo en años, decidió adoptar un nuevo estilo, afeitándose la cabeza y recortándose la barba. Sin embargo, sus hijos no estuvieron impresionados.

En un paralelo con la novela “Lonesome Dove” de Larry McMurtry, Olson reflexiona sobre cómo la vida sigue siendo la misma, incluso con un cambio físico significativo. Así como Gus, el personaje del libro, decía que es mejor aprender a disfrutar de las cosas cotidianas, Olson intentó encontrar satisfacción en su nueva rutina y en los pequeños placeres de la vida.