Fuente: El País.
En Villa Montes aguardan por los resultados del laboratorio, sobre la presencia de parásitos en la carne de sábalos que fueron capturados del Pilcomayo. Advierten que estos aparecieron en peces pequeños
El río Pilcomayo, majestuoso y vital para la Región Autónoma del Chaco, enfrenta una amenaza silenciosa y devastadora, las malas prácticas de pesca que ponen en peligro su ecosistema y la sustentabilidad de sus recursos acuáticos. A orillas de este río se despliega un escenario desolador, donde yacen peces muertos, mientras otros son abandonados por los pescadores al lado de la carretera, en un intento por eludir las sanciones en los puntos de control.
Según la normativa ambiental vigente, establecida para proteger la biodiversidad del río Pilcomayo, cualquier pesca realizada debe respetar estrictamente los criterios de talla y peso. Los peces deben alcanzar un tamaño mínimo de 30 centímetros y pesar entre 800 a 1.000 gramos para ser considerados aptos para la captura.
Sin embargo, en un flagrante desafío a esta normativa, los propios pescadores y comerciantes reconocen que los cardúmenes que llegan hasta el Chaco son demasiado pequeños, pero son extraídos del río de todas formas debido a la presión económica por vender.
Mortandad de peces
Respecto a la mortandad de peces que se da a orillas del río Pilcomayo, el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Tarija, Efraín Rivera, atribuyó esta situación a la intervención de la mano del hombre.
Riesgo Las malas prácticas de pesca no solo amenazan la biodiversidad del río Pilcomayo, sino que ponen en peligro el sustento de las comunidades indígenas
Detalló que en Villa Montes se tienen 62 concesionarias, las cuales deben usar en el margen derecho un coco o diámetro de la malla de 10 centímetros, para capturar peces que tengan más de 35 centímetros. Sin embargo, han encontrado mallas con diámetros de 5 centímetros.
“Entonces está pasando mucho pescado pequeño, y este pescado pequeño como no se puede comercializar y ya está muerto, lo echan al río y la corriente del río echa estos pescados a la rivera y es ahí donde se encuentran pescados muertos. Pero la mortandad no está producida por un problema en el río o un problema de enfermedad ictícola, está producida por el hombre, por el manipuleo, por la mala práctica de la pesca que se está realizando en Villa Montes”, expuso.
Tomando en cuenta que las malas prácticas de pesca no solo amenazan la biodiversidad del río Pilcomayo, sino que también ponen en peligro el sustento de las comunidades locales que dependen de sus recursos acuáticos para su subsistencia, Rivera manifestó que se está coordinando acciones con el Gobierno Regional de Villa Montes para llevar adelante los controles respectivos a los concesionarios y si corresponde suspender el permiso de pesca.
Sábalos con parásitos
Otros de los aspectos que también ha tenido un impacto negativo en la comercialización del sábalo en estos últimos días, obedece a videos que han circulado por redes sociales en donde se advierte que algunos de estos peces serían portadores de parásitos.
El titular de la Intendencia Municipal de Villa Montes, Abraham Quintazi, confirmó que en operativos realizados entre el jueves y sábado de la semana pasada han podido advertir que algunos de los sábalos pequeños eran portadores de parásitos, por lo que se procedió con el decomiso correspondiente de al menos 14 pescados.
Quitazi, entrevistado por Radio Aclo Chaco, confirmó que estos peces han sido enviados a un laboratorio para su estudio respectivo, resultados que serán revelados en las siguientes horas.
El funcionario municipal aseguró que este parásito que estaba presente en la carne del pescado, no se trata de triquina, ya que su característica es microscópica no perceptible al ojo humano, sin embargo, el que se evidenció en los peces decomisados aparentemente se trataría de cisticercos, que es una tenia Taenia solium.
“Otro punto que debemos aclarar, es que todos estos parásitos se han hallado en sabalitos de tamaño pequeño, y tras hablar con profesionales entendidos, explican que los peces al no alcanzar su etapa adulta, no se le permite desarrollar su sistema inmunológico, porque el pez no puede expulsar estos parásitos”, mencionó.
Quitazi manifestó que se ha recomendado a las comerciantes y a la población de Villa Montes, comprar el sábalo de los centros de abasto autorizados, y al momento de ser abiertos hacer la verificación respectiva.
Sobre este tema, también se ha pedido la atención del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), para que en sus puestos de control pueda coadyuvar con la revisión de la calidad de este producto alimenticio que sale del Pilcomayo.