Fuente: Xataka.
- El Toyota Hilux es uno de los 10 coches más vendidos en todo el mundo y líder en muchos países
- La marca se reafirma en ofrecer todas las posibilidades que existan mientras se lo permitan
Si Toyota ha ganado nombre en la cultura popular en España es por sus híbridos. En nuestro país, salvo el Toyota Aygo X, la versión de entrada al Toyota Yaris y modelos muy deportivos (GR86, Supra y GR Yaris), todos los coches que vende están más o menos electrificados.
De los cinco híbridos no enchufables más vendidos en nuestro país, tres son modelos suyos (Toyota Corolla, C-HR y Yaris Cross) y entre los 10 más vendidos se cuelan otros dos modelos (Toyota RAV4 y Yaris). No es casualidad que mucha gente diferencie a los híbridos no enchufables como «un híbrido de Toyota» o «a lo Toyota».
Pero la compañía nipona hace tiempo que viene adelantando que en sus planes de futuro no está el de matar a ninguna tecnología. Respecto al coche eléctrico, su posición ha sido más o menos beligerante con el paso del tiempo, modulando un discurso que, en algunas ocasiones, parecía totalmente contrario y, en otras, la solución en la que pondrán más énfasis.
En lo que sí se han mantenido firmes ha sido en su discurso de dar al cliente todas las opciones que puedan para que, este, elija la que más interese. Se ha hablado de motores de gasolina, de baterías de estado sólido, de diferentes soluciones con hidrógeno…
Lo que no esperábamos ver eran declaraciones a favor del diésel.
«El diésel no está muerto»
Con las matriculaciones de diésel en caída libre en Europa y España, los lanzamientos de nuevos modelos sin motores diésel en la gama o decisiones como la de Volvo, que recientemente produjo su último coche con motor diésel, podíamos pensar que el diésel está muerto.
Pero no todos piensan así y, en parte, es un error habitual (incluidos los medios) caer en la tentación pensar que Europa es el centro del mercado y que las marcas toman sus decisiones priorizando nuestro continente cuando, en realidad, solo Alemania, Francia y Reino Unido se cuelan entre los 10 países del mundo que más coches nuevos compran.
Visto así no debería sorprender tanto las declaraciones de Sean Hanley, jefe de ventas de Toyota en Australia, quien ha asegurado a Drive que «al diésel le queda tiempo por delante, no va a morir pronto».
En una entrevista al medio, Hanley ha asegurado que la vida del diésel se decidirá en los próximos 10 o 20 años. «existe la posibilidad de que tenga variantes híbridas, ya sabes, reducir su huella de carbono. Es una fuente de combustible muy creíble, especialmente para los vehículos pesados».
Australia es un mercado complicado para el vehículo electrificado. Hay que tener en cuenta que es un país con una superficie enorme, donde hay larguísimos trayectos donde el conductor está totalmente aislado. Esto supone un verdadero reto para el vehículo eléctrico pues se necesitan autonomías muy amplias y, además, crear una red de cargadores muy extensa en lugares muy alejados de las grandes poblaciones.
De hecho, el país no tiene un plan todavía para reducir las emisiones de sus vehículos, no cuenta con una hoja de ruta para, poco a poco, mejorar la calidad del aire topando las emisiones de los vehículos que se venden en el país. Es ahora cuando se ha puesto sobre la mesa esta posibilidad.
A lo anterior hay que sumar dos variables. La primera es que en Australia está muy arraigada una afición muy pura por la competición y los vehículos movidos por combustibles fósiles. Más allá del uso en el día a día, sus competiciones han sido referencia durante décadas.
La segunda es que el público sigue prefiriendo grandes SUV y vehículos comerciales ligeros. De hecho, los dos modelos más vendidos en Australia son el Ford Ranger y el Toyota Hilux, mientras que la venta de coches eléctricos es testimonial.
A lo anterior se añade que Toyota tampoco puede desprenderse en estos momentos de su Hilux. Podrá electrificarla en parte, como asegura el responsable de la marca en Australia, si la obligan. Pero el modelo es el coche más vendido en un buen puñado de países de perfiles similares al australiano.
Casi toda Oceanía, el sur de África o buena parte de América central y Sudamérica se lo reparten los Toyota Hilux y Land Cruiser. Dos modelos a los que el diésel les resulta impresincindible. De hecho, el Toyota Hilux llegó a ser uno de los 10 coches más vendidos en todo el mundo el año pasado.
Aunque nos pueda sonar raro, Toyota no está como para despedirse del diésel.