FUENTE: EL DEBER.
El 1 de marzo de 1973 se publicó el disco que convirtió a la banda británica en estrellas a nivel mundial. Grabado en el momento de madurez creativa de Pink Floyd, permaneció durante años en lo más alto de las listas de ventas
El 1 de marzo de 1973 llegó a las tiendas The dark side of the moon, el octavo disco de la banda británica Pink Floyd. Un álbum que redefinió el concepto del llamado rock progresivo y que se convirtió, con el paso del tiempo, en uno de los más vendidos e influyentes de la historia, elevando a sus creadores al estrellato absoluto.
La alienación, la obsesión por la muerte o el paso del tiempo son temas en los que la banda se centró para hablar en las letras de las canciones que componen este álbum, del que este martes se celebra su 50 aniversario.
Tal fue el recibimiento de The dark side of the moon que estuvo 741 semanas consecutivas en las listas de Billboard de los 200 discos más vendidos en Estados Unidos y, tras algunas de sus rediciones, consiguió llegar a las 900, un récord que aún no se ha igualado.
Además de posicionarse durante casi ocho años seguidos en una de las listas más importantes de la industria musical, los datos de venta son de unas 45 millones de copias en todo el mundo, posicionándose así como el tercer disco más vendido, superado solo por Thriller de Michael Jackson y el Back in black de AC/DC.
Su icónica portada formada por un prisma, el cual es atravesado por un rayo de luz blanca que se descompone, se ha convertido en el sello de identidad de esta banda de rock formada por Roger Waters, David Gilmour, Nick Mason y Bob Klose.
La portada del aniversario
Reedición de la portada
Con motivo de este aniversario, Pink Floyd ha querido reeditarla para conmemorar los 50 años del disco, algo que ha generado cierta controversia en las redes sociales.
La portada de The Dark Side of the Moon representaba uno de los principios de la óptica, la refracción de la luz en un objeto que descompone la luz en los colores del arcoíris. Ahora, en este disco por los 50 años, la cifra se incluye dentro del prisma triangular y el cero está relleno con los colores.
Este es un cambio de disposición de los elementos que mantiene la esencia, pero le da un toque diferente. Sin embargo, hay usuarios que han mostrado su desacuerdo con esta portada, confirmando que no recuerdan la portada de 1973 ni tampoco entienden el principio de la óptica.
Además, con este nuevo formato, la banda ha sido acusada por algunos internautas de hacer ideología de género, pues han creído que el arcoíris correspondía a la bandera LGTBI.
El grupo se reunió en el Live8 de 2005
Un poco de historia
Pink Floyd se convirtió en la banda más importante desde este disco y el grupo mantuvo un altísimo nivel en los años siguientes con trabajos como Wish you were here (1975), Animals (1977) y The wall (1979), mientras Roger Waters asumía el liderazgo de forma creciente.
Las posiciones encontradas con el resto de los miembros, sobre todo con David Gilmour, llevaron a la separación en 1985 en medio de duras acusaciones y diferencias irreconciliables.
A mediados de los años 80, Gilmour consiguió hacerse con los derechos del nombre y, junto a Mason y Wright, reflotó a la banda, grabando nuevos discos y girando con enorme éxito en años sucesivos, siempre con los temas de The dark side of the moon como base de sus espectáculos y, a menudo, interpretando el álbum íntegramente.
Los cuatro integrantes de Pink Floyd se reunieron de manera excepcional en 2005 para actuar en el Live 8, que se celebró de manera solidaria en distintos lugares del mundo.
Solo fueron 20 minutos y cinco temas -entre ellos, tres de The dark side of the moon-, que hicieron dispararse los rumores ante un posible regreso que nunca se produjo y que ya parece imposible, sobre todo después del fallecimiento de Richard Wright en 2008.
Lejos de apaciguarse, las diferencias entre Waters y Gilmour no han hecho más que aumentar con el paso del tiempo: recientemente, la guerra se reanudó después de que la mujer del guitarrista, Polly Samson, tildara de antisemita a Waters, acusaciones que Dave Gilmour ratificó.
Waters continúa caminando de lado de la controversia, como muestra su posición tibia ante la invasión de Ucrania y hacia el líder ruso, Vladímir Putin, o sus insultos al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al que ha calificado de «criminal de guerra».
Quizá solo en ese contexto sea comprensible su iniciativa de regrabar en solitario su propia versión de The dark side of the moon, sin la participación de sus excompañeros, ya que considera que la composición del disco se debe exclusivamente a él, olvidando el papel crucial que tuvieron las oportaciones de Mason, Gilmour y Wright.