FUENTE: EL DEBER.
Un juez estableció que Estados Unidos tiene hasta el 5 de marzo para formalizar su pedido de extradición.
La detención en Culiacán de Ovidio Guzmán, hijo del encarcelado narcotraficante Joaquín ‘Chapo’ Guzmán, dejó 29 muertos, entre otros, un coronel. Otros 35 militares resultaron heridos. Biden llega este domingo a México para hablar, entre otros temas, de la urgencia de frenar los estragos del narcotráfico.
Ovidio Guzmán obtuvo este fin de semana una suspensión judicial contra una extradición inmediata a Estados Unidos, que lo requiere por narcotráfico. Washington reclama a Ovidio Guzmán y a su hermano Joaquín por conspiración para exportar a ese país cocaína, metanfetaminas y marihuana. Por cada uno ofrece cinco millones de dólares de recompensa.
Un juez estableció que Estados Unidos tiene hasta el 5 de marzo para formalizar su pedido de extradición.
El gobierno mexicano acusa a Guzmán por delitos contra la salud y relacionados con armas de fuego, aunque también hay indagatorias vinculadas a la delincuencia organizada.
Guzmán, conocido con el alias de «El Ratón», fue detenido el jueves en la ciudad de Culiacán (noroeste), en un operativo que dejó 10 militares y 19 presuntos delincuentes muertos. Entre los uniformados fallecidos se cuenta un coronel, en tanto que otros 35 militares resultaron heridos de bala y 21 pistoleros fueron arrestados, agregó el oficial.
Miles de soldados mexicanos retomaron el viernes el control de Culiacán (noroeste), convertida en teatro de guerra tras la captura de Ovidio Guzmán.
Cerca de 4.500 efectivos permanecen desplegados en Culiacán y lugares cercanos, tras la ofensiva que desató el Cártel de Sinaloa para rescatar a su jefe, recluido a cientos de kilómetros en El Altiplano, la cárcel de alta seguridad de donde su padre se fugó en 2015. Un año después fue recapturado y condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
Los uniformados retiraron decenas de carros robados e incendiados a lo largo de la ciudad -de 800.000 habitantes-, en cuyas calles se libraron el jueves feroces batallas que alcanzaron el aeropuerto internacional.
Washington, que reclama en extradición a Guzmán, acusado de liderar el tráfico de metanfetaminas, saludó este viernes la captura.
Algunas de las escenas más dramáticas tras la captura se vivieron en el aeropuerto de Culiacán, donde un avión comercial recibió un impacto de bala momentos antes de despegar y los pasajeros debieron tirarse al suelo para ponerse a salvo.
Dos aeronaves de la Fuerza Aérea también fueron impactadas y debieron realizar aterrizajes de emergencia, reveló Sandoval.
El gobierno mexicano negó que la detención fuera para congraciarse con Biden y recalcó que en el operativo no hubo participación de Washington, que ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por alias «El Ratón».
«Actuamos con autonomía, con independencia, sí hay cooperación y la va a seguir habiendo, pero las decisiones las tomamos como gobierno soberano», aseguró el mandatario izquierdista este viernes.
El líder de los «Chapitos», como se conoce a los herederos del «Chapo» Guzmán, ya había sido detenido el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, pero fue liberado por orden de López Obrador en medio de una asonada de la organización criminal.
El mandatario defendió entonces su decisión, afirmando que se evitó un baño de sangre, cuando contingentes militares quedaron rodeados por civiles con armas largas.
López Obrador destacó que esta vez fue «completamente distinta», pues la operación se ejecutó en la periferia y no en pleno centro de Culiacán para no poner en riesgo a la población.