FUENTE: LA OPINION.
Cuando tenemos antojos de comidas raras o poco saludables, a veces es una señal de que a nuestra dieta le falta algo.
Eso es a lo que muchos le llamamos hambre de azúcar y debemos estar atentos ya que probablemente nuestro cuerpo está tratando de decirnos algo.
Los fuertes antojos de comidas particulares, que generalmente implican disfrutar de algo dulce, salado, cremoso, crujiente, lleno de carbohidratos o frito, pueden ser difíciles de ignorar.
Según la nutricionista de Gut Health, Madisen, estas pueden ser las señales que nuestro cuerpo trata de decirnos:
1. Estás estresado
Cuando nos estresamos aumentan la rapidez con la que quemamos calorías y nutrientes. Por esto, cuando tu cuerpo está bajo estrés intenso o crónico, deseas azúcar.
Está buscando fuentes de combustible fáciles de digerir. Aunque podemos sobrevivir sin los carbohidratos, esto pone a nuestro cuerpo bajo más estrés. Es mucho más fácil digerir y asimilar los carbohidratos que las proteínas o las grasas.
2. No estás comiendo lo suficiente
Las dietas restringidas en calorías pueden provocar antojos intensos de azúcar porque el cuerpo no obtiene suficiente combustible para funcionar de manera óptima.
3. Tu nivel de azúcar en la sangre es bajo
Las dietas altas en carbohidratos sin cantidades adecuadas de proteínas y grasas con las comidas pueden aumentar el nivel de azúcar en la sangre y provocar una caída del azúcar en la sangre una o dos horas más tarde.
Cuando su nivel de azúcar en la sangre es bajo, el cuerpo se estresa. Es posible que te sientas mareado, hambriento, irritable y con ansias de azúcar porque su cuerpo está buscando desesperadamente una fuente fácil de combustible para elevar su nivel de azúcar en la sangre rápidamente.
4. Estás en tu fase lútea
Las mujeres atraviesan la fase lútea luego de la ovulación. Esto suele ser alrededor de los días 14 a 28 del ciclo menstrual.
Lo que sucede es que los niveles de progesterona aumentan, incrementa el metabolismo y la necesidad de calorías.
5. Estás comiendo azúcar artificial
Los azúcares artificiales pueden causar algo llamado respuesta de insulina de fase cefálica. Cuando nuestro cuerpo prueba algo dulce, comienza a producir hormonas y enzimas para digerir los carbohidratos.
Cuando no hay carbohidratos (como en el caso de consumir azúcar artificial), esto puede interferir con el azúcar en la sangre y el equilibrio hormonal y causar más antojos de azúcar.