FUENTE: EL DEBER.
El ministro de Salud confirmó que una nueva ola de contagios afecta al país. La causante es la subvariante ‘perro del infierno’
El país ingresó en la sexta ola de contagios de covid-19, con un ascenso acelerado. En Santa Cruz, los casos positivos pasaron de 158 a 794 en la última semana, es decir, se elevaron cinco veces.
En su informe semanal, el ministro de Salud, Jeyson Auza, indicó que son cuatro semanas de ascenso sostenido, pero en los últimos siete días hubo incremento mayor.
De acuerdo con el reporte nacional, la semana pasada el país cerró con 1.608 casos, lo que significa un incremento del 203 por ciento. “Esta es la cuarta semana consecutiva de casos y debemos anunciar al país que estamos iniciando la sexta ola de la pandemia de covid-19”, comunicó la autoridad nacional.
Atribuyó este incremento a la presencia de las subvariantes BQ.1 y BQ.1.1 (‘perro del infierno’), derivadas de la ómicron, que son altamente contagiosas y se encaminan a ser las dominantes.
“Esto se explicaría por la existencia de nuevas subvariantes: las BQ.1 y BQ.1.1, detectada mediante estudios de secuenciación genómica. Todavía no son las dominantes en el país, pero sabiendo su potencial de contagio mayor no dudamos que poco a poco pasen a serlo. Esto está provocando este incremento de casos, lo cual nos permite decir con total solvencia que estamos ingresando a la sexta ola”, resaltó el ministro.
Con respecto a la situación en el departamento cruceño, los datos oficiales muestran un ascenso en los casos por cuatro semanas consecutivas, pero fue más notorio los últimos siete días. El promedio diario de contagios alcanzó a 113, cinco veces más que la semana anterior.
Las alertas se han encendido porque la razón de crecimiento semanal es la más alta del año y se sitúa en 5, lo que muestra la intensidad con la que inicia esta sexta ola. El índice de positividad diario es superior al 20%, es decir, que de 100 pruebas tomadas, más de 20 dan positivo. En el punto de diagnóstico del barrio Santa Rosita, 40 de 60 pruebas dieron positivo, que fueron tomadas hasta cerca del mediodía de este lunes.
Por otro lado, el ministro de Salud hizo un análisis de la quinta ola de contagios, que comenzó el 8 de mayo y finalizó el 5 de noviembre.
Tuvo su pico más alto en la semana epidemiológica 30, cuando se registraron 34.380 contagios en siete días, luego tuvo periodos con descensos, llegando a la semana 44, con 164 casos.
La quinta ola dejó 204.173 contagios y 298 fallecidos, mientras que la tasa de letalidad se mantuvo en un 0,1 por ciento, de acuerdo al reporte.
El ministro resaltó que las medidas de bioseguridad y la vacunación son fundamentales para proteger la salud y la de vida de la población. “No debemos descuidar las medidas de bioseguridad y debemos extremar los esfuerzos para garantizar esquemas de vacunación y los refuerzos correspondientes”, señaló Auza.
Con respecto a la vacunación, el informe departamental da cuenta que hubo un repunte la semana pasada, pasando de 2.205 dosis aplicadas en la semana epidemiológica 47 a 4.364 en la semana 48.
Sobre la variante
La variante conocida como ‘perro del infierno’ está generando nuevas oleadas a escala global. La OMS ha registrado casos de esta cepa en 65 países y se estima que produce una rápida transmisión y contagio.
Los síntomas que se han descrito son: tos, dolor de garganta, cabeza y músculos, mucosidad y congestión nasal. Además, algunos pacientes presentan diarrea y taquicardia. Su nombre proviene de Cancerbero, que era, en la mitología griega, un perro de tres cabezas del que nadie podía escapar.
Respecto a su contagiosidad, la OMS señala que BQ.1 cuenta con posibilidades de tener “un mayor riesgo de reinfección”, aunque aún se precisan más estudios. Además, añade que “en este momento no hay datos epidemiológicos que sugieran un aumento en la gravedad de la enfermedad”.
Otra de las variantes que está generando incrementos en otros países es la XBB o ‘pesadilla’, que es un sublinaje de BA.5 y ya se ha detectado en 35 países. Es posible que XBB tenga una mayor resistencia a los anticuerpos que otras variantes y, además, existe una “evidencia preliminar que apunta a un mayor riesgo de reinfección, en comparación con otros sublinajes de ómicron”, detalla la OMS).