FUENTE: EL DIARIO.
La población expresó su preocupación por el incremento continuo de precios de los principales productos de la canasta familiar sin que exista control alguno por parte de las autoridades correspondientes y lo mismo ocurre con el costo del dólar por unidad que ya superó los Bs 15.- en el mercado negro.
Según las explicaciones de las vendedoras, las razones van desde factores climáticos de temporada hasta la escasez del dólar y el alza en el precio del cambio de esta moneda extranjera. Debido a ello, el precio de los abarrotes, además de algunas verduras y carnes, entre otros, se incrementa. Se constató que el incremento oscila entre Bs 2 a Bs 5, dependiendo del producto. En algunos casos, incluso, el alza es de 0.50 centavos.
Por otro lado, una vendedora de carne de pollo, de un mercado ubicado en la zona Cementerio, corroboró que el kilo, dependiendo de la empresa, está a Bs 17 y 18 bolivianos; empero, días atrás costaba entre Bs 15 y Bs 16 y mucho antes, Bs 12.50.
La mercadería llega como siempre, pero a otro precio, “los proveedores nos dicen que porque el dólar ha subido. La gente reclama, pero qué podemos hacer, así nos entregan a nosotros”, lamentó una vendedora de abarrotes de la calle Antonio Gallardo.
El quintal de harina argentina subió a entre Bs 250 a Bs 270, pero hace unos días era Bs 240. Similar situación ocurre en la mayoría de productos importados.
Por otro lado, el dólar estadounidense mantiene una tendencia alcista en el mercado paralelo, que supera en algunos casos los Bs 15.- y el Gobierno no da solución a la escasez de divisas, solo pretextos, según la ciudadanía.
Asimismo, reportes de medios digitales muestran el incremento del precio del dólar en el mercado nacional, en particular en las fronteras, donde la divisa ya se cotizaba por encima de los 9 bolivianos.
El pasado fin de semana, se reportó que en Santa Cruz ya habría superado los 15 bolivianos, y al paso que va, hasta fin de año podría pasar los 20 bolivianos; mientras desde el Gobierno no se dan soluciones, sólo pretextos, según los economistas.